El pasado miércoles 12 de junio, el rector de la
Universidad de Costa Rica, Henning Jensen ofreció una glamorosa actividad de
rendición de cuentas, tras cumplir su primer año de labor. Mientras la
actividad transcurría, en el auditorio de Derecho, un grupo de estudiantes iniciaron
una manifestación con pancartas, música, y algunos lemas como, “fuera fuera,
banco mundial afuera”.
Al llegar a dicho auditorio, los y las estudiantes
que prevalecían de la carrera de Psicología buscaron por todos los medios
entrar al lugar, sin embargo, todas las puertas estaban cerradas y con varios
oficiales de la seguridad universitaria. Luego de hablar con señores del
consejo y el vicerrector de Acción Social, se les exigió dejaran entrar a los y
las estudiantes, ya que como cualquier otro invitado o invitada, tenían el
derecho de estar en la actividad.
Los y las estudiantes de Psicología, exigían cuentas
sobre el deficiente presupuesto para el Centro de Ayuda Psicológica (CAP) al
cual se le asignó poco presupuesto y por la ausencia de Jensen a una asamblea
que realizaron para tratar el tema. Mientras otros y otras estudiantes apelaban
al rector por firmar con el Banco Mundial.
Al dejar entrar al estudiantado, fueron pasando
uno(a) tras otro(a) al podio donde expresaron su malestar dirigiéndose
directamente al señor rector, quien en muchas ocasiones prefirió dar la espalda
y luego de que se viera obligado a firmar para negociar el presupuesto al CAP,
dio un discurso en el que con gran astucia intento desacreditar la posición del
estudiantado y el presidente del consejo pedía a la vez el retiro de
estudiantes.
Henning miente y eso es un hecho, vender la
Universidad al BM no puede quedarse impune y que recorte presupuesto a centros
como el CAP o a la acción social, no se justifica con nada, ya que para viajes,
almuerzos, conferencias con vino incluido, si parece haber.
La UCR siendo un centro de enseñanza que promueve la
investigación y la acción social como pilares de la educación superior, no debe
poner por encima de estos aspectos otros intereses que solo tienen una
connotación meramente económica. En su campaña política, el señor rector
promulgaba, su negación hacia negociar con el BM y hoy un año más tarde ha
demostrado que solo fue estrategia y su engaño a la población estudiantil es
innegable.
Además, es claro que sigue habiendo una
discriminación hacia el estudiantado que no les aplaude sus negocios sucios y
que dentro de la universidad, la criminalización de la protesta existe. No es
posible, que la democracia que tanto promulga la universidad sea solo permitida
en ciertos espacios que los altos mandos abren para la población estudiantil y
de trabajadores (as).