lunes, 11 de marzo de 2013

Inconsciencia tecnológicamente colectiva



Inconsciencia tecnológicamente colectiva
Tener un celular última tecnología, llámese iphone y todos sus números, Smart phone, Samsung Galaxi Ace, SIII, Galaxi Note, ya no es cosa de otro mundo, 
ENJARANESE Y DISFRUTE!!!!



Así, es como hoy adquirir prácticamente cualquier artefacto de estos que hacen más rápida la (in)comunicación, es más fácil y rápido que incluso llegar al trabajo. Y es que las posibilidades son muchas (desde el crédito en el almacén hasta la tarjeta de crédito), no importa si usted trabaja en la bananera o es jefe(a) de una empresa, no importa si es un peón agrícola o dueño(a) de la finca, si es mensajero(a) o gerente, todxs pueden adquirirlo.


Pero, ojo!! La diferencia está, en cómo y cuánto sacrifica cada unx para andar tremendos ejemplares. Precisamente, la jarana es la opción que encuentran quienes no tienen la capacidad monetaria para comprar estos aparatos al contado con plata que de alguna manera no es la destinada a satisfacer necesidades básicas. Aquellxs que se endeudan y en especial cuando se trata de personas que rayan la línea de pobreza, su sacrificio es limitarse a comer lo poco que pueden comprar, incluso ni siquiera pensar en llegar a tener un techo digno.


Pero ¿Qué importa eso? Si lo que está de moda es navegar por internet, subir fotos inmediatamente a Facebook, twittear, bajar música, jugar en línea, y hasta ir viendo “pelis” en el bus.


Estas personas no culpables por querer ser parte de esa ola envolvente, culpable es el sistema capitalista o mas bien caníbal(ista), que crea “necesidades y modas” estúpidas, artificiales, donde solo lxs mas poderosxs sacan ventaja, que a su vez crea brechas cada vez mas grandes y venenosas entre las personas. Todo ello, como forma simbólica de penetrar en las mentes y dejar muy claro quién manda y quién obedece. Modas que atropellan cualquier identidad, cualquier sentimiento de hermandad, de amor, de familia, porque ahora la cuestión no es, quien es sino que tiene.


Culpamos a los países imperialistas que nos engolosinan con sus cochinadas y que pensamos en ocasiones que ser como ellos es la meta, pero NO, porque ser como ellos es ser una escoria, es olvidarnos del humano y ver solo a la maquina, es dejar de ver la miseria como un problema para atacar, y así poder hacer de ella un aliado mas para enriquecer a lxs más ricxs.